Un ataque DDoS (Distributed Denial-of-Service) es un ciberataque que sobrecarga un servidor o red con tráfico, haciendo que sea inaccesible para usuarios legítimos. El objetivo es interrumpir los servicios y la funcionalidad de un sitio web o aplicación.
Un atacante utiliza múltiples dispositivos (a menudo parte de una botnet) para enviar un gran volumen de tráfico a un objetivo.
El objetivo, al no poder manejar la gran cantidad de tráfico, se ralentiza o falla completamente, denegando el servicio a usuarios legítimos. Tipos de ataques: Existen diferentes tipos de ataques DDoS, como ataques volumétricos (inundación de tráfico), ataques de protocolo (explotando vulnerabilidades en protocolos), y ataques a la capa de aplicación (apuntando a vulnerabilidades en la aplicación web).
Grupos de hacktivistas utilizan ataques DDoS para expresar sus opiniones o para atacar a organizaciones con las que no están de acuerdo.
En algunos casos, los ataques DDoS se utilizan como parte de una guerra cibernética.
Los atacantes pueden extorsionar a empresas amenazándolas con ataques DDoS si no pagan un rescate.
Una empresa puede lanzar un ataque DDoS contra un competidor para interrumpir sus servicios y obtener una ventaja competitiva.
En algunos casos, los atacantes pueden realizar ataques DDoS por simple diversión.
Una infraestructura de red bien diseñada, con capacidad para manejar grandes cantidades de tráfico, puede ayudar a protegerse contra los ataques DDoS.
Empresas especializadas ofrecen servicios de mitigación de DDoS que pueden ayudar a filtrar el tráfico malicioso y a proteger la red.
Implementar controles de ciberseguridad, como firewalls y sistemas de detección de intrusiones, puede ayudar a detectar y mitigar los ataques DDoS.
Realizar un monitoreo continuo de la red y detectar actividades sospechosas puede ayudar a identificar los ataques DDoS antes de que causen un daño significativo.
Un ataque DDoS que sobrecarga un servidor con tráfico UDP (User Datagram Protocol).
Un ataque DDoS que utiliza servidores DNS para reflejar el tráfico de ataque a la víctima.
Un ataque DDoS que apunta a vulnerabilidades en la aplicación web, como inundaciones HTTP.